Parlamento Europeo considera indeseable visita de Uribe
El momento de la visita no podría
ser más inoportuno por causa de que los dos principales líderes del paramilitarismo en Colombia, Carlos Castaño y Salvatore Mancuso,
(miembros del Estado Mayor de las Autodefensas Unidas de Colombia), interlocutores principales y privilegiados con el Gobierno
para su desmovilización, perdón y olvido, son sindicados en España de ser los jefes de una red de narcotraficantes.
<b>06.02.2004
(Colombia Adital) (/b) Empieza mañana, día 7, la visita que el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, a Europa,
que debe extenderse hasta el próximo día 14. De acuerdo con la canciller colombiana Carolina Barco, el objetivo de la
gira presidencial es "fortalecer los lazos con Europa, explicar la "Política de Seguridad Democrática" y agradecer por
el apoyo brindado en la lucha contra el narcotráfico".
Sin embargo, se especula que el presidente está buscando
financiación para el Plan Colombia y la desmovilización del paramilitarismo. El momento de la visita no podría ser más
inoportuno por causa de que los dos principales líderes del paramilitarismo en Colombia, Carlos Castaño y Salvatore Mancuso,
(miembros del Estado Mayor de las Autodefensas Unidas de Colombia), interlocutores principales y privilegiados con el
Gobierno para su desmovilización, perdón y olvido, son sindicados en España de ser los jefes de una red de narcotraficantes.
Uribe
pretende en este período visitar Bélgica, Alemania, Italia y el Vaticano. Para el próximo martes, día 10, el presidente
colombiano discursará y será argüido en el Parlamento Europeo en Estrasburgo, Francia.
El anuncio de que el presidente
Álvaro Uribe Vélez hablará en el Parlamento Europeo desencadenó fuertes críticas en el continente e incluso entre los propios
miembros del legislativo continental. Los adversarios expresaron su rechazo de recibir al mandatario colombiano por ser
éste un "gran violador de los derechos humanos" e ignorar las recomendaciones de la ONU y la Unión Europea.
Cuatro
grupos políticos (liberales, izquierda, verdes y la Europa de las Diferencias) confirmaron que no estarán presentes para
el discurso de Uribe y serán distribuidas banderas blancas con enunciados sobre los derechos humanos para los parlamentarios
que desearen manifestarse en contra la participación del presidente colombiano. Varios legisladores rechazaron la invitación
para el almuerzo oficial, unos declarando que "no es bueno para la salud estar con ciertas personas".
En el
mismo día por la tarde, en una sesión de la comisión de Relaciones Exteriores del Parlamento Europeo, Uribe deberá responder
a una ronda de preguntas de diputados preocupados por la situación de derechos humanos en el país, como en casos de
niños reclutados por la guerrilla, la presencia militar estadounidense, las fumigaciones y las modificaciones jurídicas
que limitan los derechos civiles fundamentales. Estos hechos pueden costar a Colombia la pérdida de la asociación comercial
con la UE.
En América la organización de derechos humanos Human Rights Watch fustigó duramente a la Organización
de los Estados Americanos (OEA) por su apoyo incondicional al proceso con los paramilitares en Colombia. Su secretario general,
el ex presidente colombiano, Cesar Gaviria, firmó un compromiso de veeduría, sin consultar a los miembros de OEA.
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